Si se me pregunta con la debida malicia,
puedo declararme, con tranquilidad
amante de una multitud de cosas,
que más que encontrarse conformadas
por listas notables de nombres,
obedece a cariños más subjetivos.
Me declaro amante
de las letras de mi amigo poeta,
de la mirada de mi amante loca,
de las columnas de humo que ascienden
mientras verso estas ideas
y escribo estas líneas.
Locamente enamorado
de las necesidades literarias,
las inquietudes religiosas,
las revoluciones versadas,
y de mi burdo país.
Exclamo que soy amante de la vida,
de las letras y de las ideas,
de la simpleza,
y, aún más,
de no tener nada por lo que celebrar mañana
el día de los enamorados.
13 de Febrero del 2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario