miércoles, 16 de febrero de 2011

Casi Azul

En el día de hoy
el sol no brilló,
la luna no salió,
los colores no sabían a nada;
y los aromas,
no hicieron más que oscurecerlo
todo.

Yo si salí, por el contrario
vestido todo
de color tristeza,
de ignominia,
porque es bueno también
tener ratos de soledad,
momentos sin explicación
de melancolía espontánea,
ausentes de amigos,
de mujeres, de besos
de alguien a quién extrañar,
de alguien con quién llorar.

Y es una soledad orquestada,
que yo mismo
me encargué de componer;
para poder escuchar
mis pensamientos,
para poder inventar
cosas por las que lamentarme,
para lograr sugestionar la tristeza,
al punto de la depresión
y la amargura,
sin razón de ser.

No es que me guste sufrir,
ni tener días azules, fríos;
no es que me guste llorar,
ni tener que salir vestido de triste,
no es que me guste extrañar,
recordar, lamentar,
idealizar, alguna cosa,
porque francamente
no poseo la capacidad
para formular,
un juicio crítico de mi tristeza.

No es que me guste,
nada de ésto.

Es, únicamente,
la necesidad de estar solo,
de pensar solo,
de fumar solo,
de besar solo,
de querer solo,
de escribir solo,
y justificar mi soledad,
sólo con un escrito como éste.


17 de Febrero del 2011

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