miércoles, 16 de junio de 2010

Áncora

Arrastraba los pies, más por obligación que por convicción
Caminaba
Sí, él caminaba
Descalzo
Descalzo y sin rumbo
Se desplazaba
Se desplazaba descalzo sin mundo
Sin pasado, sin presente
Sin estado, algo demente
Ausente, sinsentido
Malpensante y aburrido.
Sabía
Lo que quería
Lo que buscaba
Te buscaba
Te buscaba entre verdes enramadas
Entre troncos y naturaleza rechazada
Copas caídas, hojas dormidas
Hojarasca muerta, yesca tuerta
Pero no te encontraba.

Sin embargo
Él caminaba
Entre ciudades y caminantes
Temporales y ambulantes
Peatones miles
Transitorios todos, viajeros
Todos pasajeros
Del bus que los llevaba
A la tumba que cada uno cava
Pero él
No te encontraba

Seguía él su camino
Entre regueros de vino y absenta
Regueros de tinta que no dejaban pista
A procedencia tuya alguna
Se perdía entre páginas
Leyendo historias mágicas
Dónde, un día te encontraba
Pero, por ser letras de otros
No calmó su sed este elixir roto
Y tuvo que seguir buscando
Su suerte echar andando
Caminante él
Encontró otros semejantes
También malpensados y andantes
Alejados de la sociedad
Errantes
Nómadas
Retrógradas
Y otras cosas más que no vale mencionar
Pero, sin que te vayas a emocionar
Ahí estabas vos
Como siempre
Como nunca
Errante
Cantante
Pero, te faltaba algo importante
Amante
Hasta que él te encontró
O vos a él
O ambos
Qué más da
Con tal que empiece la fiesta
Juntos están ya.

18 de mayo de 2010

No hay comentarios:

Publicar un comentario